Autor: | Pema Tseden |
Título: | Tharlo |
Prólogo: | Maialen Marín Lacarta |
Traducción: | Maialen Marín Lacarta |
ISBN: | 978-84- 948648-1-0 |
Año: | 2018 |
Palabras: | 7.000 |
PEMA TSEDEN
Tharlo
Este relato narra la historia de un pastor llamado Tharlo que lleva el pelo recogido en una trenza y vive solo en las montañas. Tharlo creció durante la Revolución Cultural y tiene una memoria impresionante, no olvida nada. Tiene muy claro que quiere ser una buena persona, habla sin rodeos y para él no hay confusión posible entre los malos y los buenos. Acude a la comisaria del pueblo después de que convoquen a todos los habitantes de la región para censarlos y exigirles que tramiten un documento de identidad. Esto lo llevará a la ciudad, donde acudirá a un estudio fotográfico para hacerse una foto de carné, y ahí se encontrará con una muchacha de pelo corto que lo cautivará. La muchacha le traerá problemas, pero al mismo tiempo es alguien que lo único que quiere es marcharse de la ciudad donde lleva una vida carente de aspiraciones. Al llegar a la ciudad, la bondad y el sentido de la responsabilidad de Tharlo se verán pervertidos, lo que alterará su tranquila vida en las montañas. Aunque ha perdido la integridad, en el fondo sigue siendo un hombre honesto, ya que es consciente del error que ha cometido y confiesa haberse convertido en un mal hombre. En este relato aparecen reflejados algunos de los temas recurrentes en la obra de Pema Tseden como las dificultades a las que se enfrentan los tibetanos al encontrarse en contextos de modernidad y el contraste entre las tradiciones tibetanas y la modernidad china.
Publicado en chino en 2012, es la primera vez que podemos leer un cuento de Pema Tseden en castellano, gracias a la traducción de Maialen Marín Lacarta.
Tharlo solía llevar el pelo recogido en una pequeña trenza que se balanceaba llamativamente a un lado y otro de la nuca. Hacía tanto tiempo que la gente lo llamaba el Trenzas que nadie recordaba su nombre real. A principios de año, la policía municipal convocó a los habitantes del pueblo a una reunión para censarlos y emitir nuevos documentos de identidad. Después de llamar a Tharlo varias veces y que nadie respondiera, el jefe de policía se dirigió al alcalde del pueblo. —¿No hay nadie llamado Tharlo en este pueblo? —Me parece que no hay nadie con ese nombre —respondió el alcalde después de pensárselo.