Autor: | Arthur Conan Doyle |
Título: | ¡Peligro! |
Traducción: | Denis Torres Gamero |
Prólogo: | Juan Gabriel López Guix |
ISBN: | 978-84- 942767-9-8 |
Año: | 2017 |
Palabras: | 21.000 |
ARTHUR CONAN DOYLE ¡Peligro!
«¡Peligro!», de Arthur Conan Doyle, clausura en cierto modo un ciclo literario británico relacionado con lo que se ha llamado la «literatura de invasión». Dicho ciclo se inició en mayo de 1871, cuando la Blackwood's Magazine publicó de modo anónimo el relato «The Battle of Dorking», coincidiendo con la firma del tratado de paz que puso fin a la guerra franco-prusiana (1870-1871). En dicho conflicto, los ejércitos de Guillermo I fulminaron el Segundo Imperio de Napoleón III; el mundo entero fue entonces testigo de la supremacía militar prusiana, y la humillación de Francia se completó con la captura del propio emperador y más de cien mil soldados en Sedán y con la proclamación de Guillermo como emperador alemán en la galería de los Espejos del palacio de Versalles. El cuento de Conan Doyle, publicado a principios de julio de 1914 en la revista mensual The Strand Magazine, apareció coincidiendo con el asesinato en Sarajevo del archiduque Francisco Fernando de Austria (28 de junio), desencadenante un mes exacto después (28 julio) de una guerra que se extendería en pocos días por todo el continente europeo. Por ello, «¡Peligro!» culmina y cierra esa serie de fabulaciones históricas acerca de la posibilidad de una guerra futura. A partir de entonces, la guerra dejó de ser una posibilidad.
Es increíble que los ingleses, que tienen fama de ser una nación práctica, no vieran nunca el peligro al que estaban expuestos. Durante muchos años, habían gastado cerca de cien millones anuales en su ejército y su flota. Habían botado escuadras de acorazados que costaban dos millones cada uno, gastado sumas ingentes en cruceros, y tanto sus escuadras de torpederos como de submarinos poseían un poderío excepcional. Tampoco eran en absoluto débiles en potencial aéreo, especialmente en materia de hidroaviones. Además de todo eso, tenían un ejército muy eficiente, pese a su limitado tamaño, y el más caro de Europa. Sin embargo, cuando llegó el día señalado, aquella imponente fuerza no les sirvió de nada y muy bien podría no haber existido. Su derrota no habría sido más completa ni más rápida de no haber contado siquiera con un acorazado o un regimiento. Y todo eso lo conseguí yo, el capitán Johann Sirius, miembro de la armada de una de las potencias más pequeñas de Europa y al mando de una flotilla compuesta por ocho naves cuyo coste total ascendía a un millón ochocientas mil libras. Nadie tiene más derecho que yo a contar la historia.
En torno a ¡Peligro!
Arthur Conan Doyle habla en el jardín de su casa de Windlesham acerca de Sherlock Holmes y el espiritualismo. Filmación de 1928.
Técnicas de camuflaje. Galería de barcos británicos pintados para eludir ataques submarinos durante la primera guerra mundial.